El camino mágico es uno de los más difíciles que se pueden elegir en la vida. Cualquier persona que se haya involucrado de verdad en el sendero mágico pronto se habrá topado con obstáculos personales, sociales y espirituales. Y si encima se elige el Sendero de la Mano Izquierda, la dificultad crece exponencialmente. Es un trabajo personal diario y constante, casi sin descanso. Poco a poco la magia va abarcando todos los aspectos de tu vida y todo empieza a estar conectado de tal modo que no puedes realizar una acción sin esperar su efecto en los distintos planos de existencia. Esto mismo ocurre a otro nivel a las personas que no practican magia, pero obviamente no con tanta intensidad y mucho menos con tanta conciencia. Una vez dentro de la madriguera, no hay marcha atrás. No se pueden abrir los ojos para luego cerrarlos y hacer como si nada hubiera pasado.