Parfaxitas - Ritual para la liberación de Fenrir
por yemeth


Blavatsky & Crowley - "La Voz
del Silencio"

¡Editado por primera vez en castellano!


Dioses y poderes Mano Izquierda Paganismo Rituales Thelema


Como ambientación, se comenzaría quemando incienso de luna. Puede utilizarse como acompañamiento música como Wolfsblood o preferiblemente sonido ambiente de bosque. Un sigil de Parfaxitas de la carta del Tarot relacionada de Linda Falorio también podría resultar útil.

Se necesitará una máscara de lobo o algún implemento parecido. Algo de piel o pelo de lobo podría resultar también útil, aunque en estos tiempos hay que ser especialmente responsable en lo que respecta a su potencial extinción. Por lo tanto, la máscara de lobo debería ser la elección óptima.

 

Para dar comienzo al ritual se visualiza un bosque lleno de sonidos y animales que se mueven entre sombras. Así, es el momento de caminar abriéndose paso por él con la espada -simbólica de la vagina-. Pero este caminar no llevará a ningún lado. El mago puede reflexionar acerca de la realidad como un laberinto del que no parece ser fácil encontrar una salida, formada por bucles que se repiten una y otra vez, el bucle de ir a trabajar, el bucle de las horas de comer, etcétera.

El mago reconoce su derrota: “Camino sin rumbo por este bosque, pues aún me acompaña esta máscara de humano. ¡Renuncio a ella pues!”. En este momento puede ser buena idea adoptar la postura de la muerte de Spare. Otra posibilidad es visualizar cómo arde en llamas la cabeza y de ahí pasa el fuego el cuerpo. Una buena canción para acompañar esto es Shalicu. La cuestión es olvidar las cosas que nos hacen humanos, las cosas que relacionamos con nuestra vida humana y estados de consciencia humanos.

Se toma entonces la daga para realizar un corte simbólico en la garganta. No tiene por qué implicar sangre real, pero sí al menos la visualización del proceso: “Abro mi garganta, que huya mi sangre y que entre la del lobo”.

Después de esto el mago se pone la máscara del lobo, que permitiría abrir el bosque. Se camina a cuatro patas, aullando a la luna. La espada en la boca o en las manos, abriendo las zonas del bosque que no permitan ser traspasadas. La visualización debería intensificarse olvidando toda cuestión "humana" y profundizando en el estado alterado de consciencia propio del animal, ya sea por métodos propios o con uso de sustancias alteradoras de la percepción.





Finalmente si todo va bien, uno debería encontrar una enorme fortaleza, a semejanza del sigil de Parfaxitas aquí mostrado, en cuya puerta se encuentra la enorme estatua de Fenrir, de 18 metros de altura, lo que equivale a unos 7 pisos. Tiene la boca abierta en gesto desafiante y una especie de espada con el filo clavado en su paladar. Su cuerpo está ademaś rodeado por una delicada cuerda dorada que parece estar hecha de seda.

Consciente de que tal aparente estatua es en realidad Fenrir cautivo, el mago dirá:

“¡Sif! ¡Fenrir! ¡Vengo a liberaros! ¡Que la Vida que os ofrezco os permita romper la cuerda traicionera que os ata! ¡Liberad con vos las profundidades de mi bestia!”

En forma de lobo es el momento de devocionar tal estatua, y una de las maneras es enviar toda la energía de un orgasmo -así como de la herida abierta en el cuello- hacia tal estatua para darle la vida. La cuestión es darle vida/energía a esta forma divina para que cobre poder y pueda ejecutarse su voluntad.

Tras redirigir la energía del orgasmo, visualizar cómo aparecen enormes lobos por todas partes que engullirán al Sol primero, y después a la Luna. Entonces caerán las estrellas del cielo, y todo temblará de modo que los árboles del bosque se desprenderán del suelo, y las montañas alrededor se quebrarán, y una vez haya sucedido todo esto, finalmente la cuerda de seda que ata a Fenrir se romperá y este quedará libre.

En ese último momento, la piedra como una cáscara en torno al Dios-lobo debería desprenderse y él tomar la espada en la boca, para dejarla al lado, devorando al mago al final del ritual y dejándolo en la oscuridad, consciente de que es el fin de toda la humanidad y el comienzo de una nueva era.

Es el momento perfecto para una meditación profunda. El mago debería notar un silencio bastante profundo a su alrededor tras haber sido devorado por Fenrir. En todo caso, podrían ser aquí útiles los sonidos ambientales de bosque: el agradable murmullo que acompaña al nacimiento de una nueva Tierra.