Los Comentarios al Libro de la Ley

escrito por Aleister Crowley

traducción y notas al pie por Yemeth
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2.70.- Hay ayuda y esperanza en otros hechizos. La sabiduría dice: ¡sé fuerte! Así podrás soportar más gozo. No seas animal; ¡refina tu arrebato! Si bebes, bebe según las ocho y noventa reglas del arte; si amas, excédete en delicadeza; ¡y si haces algo gozoso, que haya sutileza en ello!

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Él también tiene el sentimiento humano de fracaso. Parece que deba fortalecer su naturaleza de muchas otras maneras, para poder soportar el éxtasis insoportable de los mortales.
También hay un cambio que obtienen otras consideraciones que no son las físicas.

Nuevo Comentario

Es absurdo suponer que "dar rienda suelta a las pasiones" sea necesariamente una reversión o degeneración. Por el contrario, todo el progreso humano ha dependido de tal indulgencia. Todas las artes y las ciencias están destinadas a satisfacer alguna necesidad fundamental de la naturaleza. ¿Cuál es la utilidad última del teléfono y del resto de los inventos de los que nos enorgullecemos? Únicamente mantener la vida, o protegerla o reproducirla, o servir al Conocimiento y a otras formas de Placer.
Por otra parte, las pasiones deben ser entendidas propiamente como lo que son, nada en sí mismas, salvo las diversas formas de expresión empleadas por la Voluntad. Hay que conservar la disciplina. Una pasión no puede ser buena o mala, demasiado débil o demasiado fuerte, etc. bajo un criterio arbitrario. Su virtud consiste únicamente en su conformidad con el plan del Comandante en Jefe. Su iniciativa y entusiasmo están limitados por las exigencias de su estrategia. Por ejemplo, la modestia puede cooperar con la ambición, pero también puede frustrarla. Este verso nos aconseja entrenar nuestras pasiones hasta el más alto grado de eficiencia. Cada una debe adquirir la máxima fuerza e inteligencia; pero todas deben contribuir por igual al éxito de la campaña.
No tiene sentido emitir un veredicto de "Culpable" o "No Culpable" contra un preso sin tener en cuenta la ley bajo la que vive. El fin justifica los medios: si los Jesuitas no lo afirman, yo sí. Evidentemente, hay un límite, cuando "los medios" en cualquier caso son tales que su uso supone una blasfemia para "el fin": por ejemplo, asesinar a la tía rica de uno afirma el derecho del sobrino pobre de uno a repetir el truco, e ir así en contra de la propia Voluntad de vivir, que se encuentra más profundamente en el ser de uno que la mera Voluntad de heredar. El juez en cada caso no es la moral ideal, sino la lógica inherente.
Entendido esto, que no podemos llamar a una pasión dada buena o mala de manera absoluta, tal como no podemos llamar al Caballo a la Quinta del Rey un movimiento bueno o malo en el ajedrez sin estudiar la posición, podemos ver más claramente lo que implica este verso. Hay aquí una instrucción general para refinar el Placer, no excluyendo sus elementos toscos, sino enfatizando todos los elementos en un desarrollo equilibrado. Así, uno debe combinar las alegrías de Mesalina con las de Santa Teresa e Isolda en un solo acto. El éxtasis debe incluir los de Blake, Petrarca, Shelley y Catulo. El Liber Aleph contiene instrucciones detalladas sobre numerosos puntos relacionados con estas cuestiones.
¿Por qué "ocho y noventa" reglas del arte? Soy totalmente incapaz de sugerir un motivo que me satisfaga; pero 90 es Tzaddi, el "Emperador", y 8, Cheth, el "Auriga" o Portador de la Copa; la frase podría significar "con majestad". Alternativamente, 98 ꞊ 2 x 49: en este caso el Dos es el número de la Voluntad, y el Siete de los sentidos pasivos. 98 podría significar entonces la plena expansión de los sentidos (7 x 7) equilibrados entre sí, y controlados firmemente por la Voluntad.
"Excédete en delicadeza": esto no significa, absteniéndose de la supuesta animalidad. Hay que hacer de todo acto un sacramento, lleno del más divino éxtasis y sustento. No hay acto que la verdadera delicadeza no pueda consagrar. Una cosa es ser como una cerda, inconsciente del fango, e incapaz de discriminar entre el alimento dulce y el agrio; otra es tomar la inmundicia con firmeza y obligarse a descubrir la pureza que hay en ella, incitando incluso al cuerpo a superar su natural repulsión y a participar con el alma en esta Eucaristía. Nosotros "creemos en el Milagro de la Misa" no sólo porque la carne y la bebida se "transmutan en nosotros diariamente en Sustancia Espiritual", sino porque podemos elaborar el "Cuerpo y la Sangre de Dios" a partir de cualquier material en virtud de nuestro Real y Pontificio Arte de la Magia(k).
Ahora bien, cuando Brillat-Savarin (¿no es así?) sirvió en la mesa del Rey un par de guantes de seda viejos y complació al paladar principesco, demostró ciertamente que era un maestro cocinero. La hazaña no debe repetirse constantemente, pero hay que lograrla al menos una vez, para poder dar testimonio de que la pericia está ahí. Incluso es aconsejable practicarla de vez en cuando, para mantener la confianza en que "la mano derecha no ha perdido su astucia". Sobre este punto, escuchad además nuestros Libros Sagrados:
Liber LXV, I, 45-46

Ve a los lugares más alejados y somete todas las cosas".
Somete tu miedo y tu asco. Entonces... ¡Ríndete!

Liber LXV, II, 7-15

Además, tuve una visión de un río. En él había una pequeña barca; y en ella, bajo las velas de color púrpura, había una mujer de oro, una imagen de Asi labrada en oro finísimo. Además el río era de sangre, y la barca de acero brillante. Entonces la amé; y, aflojando mi cinturón, me arrojé a la corriente.
Me recogí en la pequeña Barca, y durante muchos días y noches la amé, quemando hermoso incienso ante ella.
¡Sí! Le di de la flor de mi juventud.
Pero ella no se agitó; mis besos solo la mancharon de tal manera que se tornó en negrura ante mí.
Y aun así la adoré, y le di de la flor de mi juventud.
También sucedió que con ello ella enfermó, y se corrompió ante mí. Casi me arrojé a la corriente.
Luego, al concluir, su cuerpo era más blanco que la leche de las estrellas, y sus labios rojos y cálidos como la puesta de sol, y su vida de un calor blanco como el calor del sol de mediodía.
Entonces se alzó desde el abismo de las Edades del Sueño, y su cuerpo me abrazó. En conjunto me fundí en su belleza y me alegré.
El río también se convirtió en el río de Amrit, y la pequeña barca fue el carro de la carne, y sus velas la sangre del corazón que me lleva, me lleva.

Por consiguiente, adiestramos a nuestros adeptos para que elaboren el Oro Filosofal a partir del excremento de las brujas, y el Elixir de la Vida a partir de los Hipomanes; pero no abogamos por una adicción ostentosa a estas operaciones. Es bueno saber que uno es lo bastante hombre como para pasar un mes más o menos a una altura de veinte mil pies o más sobre el nivel del mar; pero sería imperdonablemente insensato vivir allí permanentemente.
Esto ilustra un caso de un principio general. Consideramos que el Logro de varias Iluminaciones, por incomparablemente glorioso que sea, tiene como principal valor el testimonio de nuestra posesión de la facultad que hizo posible el éxito. Haber subido solo a la cima del Iztaccíhuatl es algo grandioso y magnífico; pero la esencia de la alegría es que uno posee el valor, el conocimiento, la agilidad, la resistencia y el autodominio necesarios para haberlo hecho.
La Meta bien vale todos nuestros esfuerzos, como nos decimos a nosotros mismos al principio; pero al poco tiempo somos conscientes de que incluso esa Meta es menos embriagadora que el propio Camino.
Encontramos que poco importa a dónde vayamos; el Ir en sí mismo es nuestra alegría. Cito a este respecto el Liber LXV, II, 17-25, uno de varios pasajes similares en Nuestros Libros Sagrados.

También el Sagrado vino a mí, y contemplé un cisne blanco flotando en el azul.
Entre sus alas me senté, y los eones huyeron.
Entonces el cisne voló y se zambulló y se elevó, sin ir a ninguna parte.
Un chiquillo loco que cabalgaba conmigo habló al cisne y le dijo:
¿Quién eres tú que flotas y vuelas y te sumerges y te elevas en lo inane? He aquí que han pasado muchos eones; ¿de dónde vienes? ¿Adónde irás?
Y riendo le reprendí, diciendo: ¡De ninguna parte! ¡A ningún lugar!
El cisne, callado, respondió: Entonces, si no hay meta, ¿por qué este viaje eterno?
Y apoyé mi cabeza contra la Cabeza del Cisne, y reí diciendo: ¿No hay una alegría inefable en este aleteo sin rumbo? ¿No hay cansancio e impaciencia para quien quiera alcanzar alguna meta?
Y el cisne se quedó siempre en silencio. ¡Ah! pero nosotros flotábamos en el Abismo infinito. ¡Gozo! ¡Gozo!
¡Cisne blanco, llévame siempre entre tus alas!


"¡Sé fuerte!" Necesitamos cuerpos sanos y robustos como instrumentos mecánicos de nuestras almas. ¿Podría Paganini haberse expresado con el "violín de dieciocho peniques" que alguien compró una vez cuando era "joven y carente de juicio"? Cada uno de nosotros es Hadit, el núcleo de nuestro Khabs, nuestra Estrella, uno de la Compañía del Cielo; pero este Khabs necesita un Khu o Imagen Mágica, para poder desempeñar su papel en el Gran Drama. Este Khu, de nuevo, necesita el traje apropiado, un "cuerpo de carne" apropiado, y este traje debe ser digno de la Obra.
Por lo tanto, empleamos diversos medios mágicos para aumentar el vigor de nuestros cuerpos y la energía de nuestras mentes, para fortificarlos y sublimarlos.
El resultado es que nosotros, los de Thelema, somos capaces de realizar muchos más logros que los demás, incluso en asuntos terrestres, desde la orgía sexual hasta el Arte creativo. Incluso si sólo tuviéramos que considerar esta vida terrestre, superamos a algunos compañeros en treinta veces, a algunos en sesenta veces y a algunos en cien veces.
Una cuestión muy importante, para concluir. Sin duda debemos admitir que cada uno de nosotros carece de una u otra capacidad. Siempre debe haber alguna entre las infinitas posibilidades de Nuith que no posea puntos de contacto correlativos en un Khu determinado. Por ejemplo, el Khu de un cuerpo masculino no puede realizarse en su cualidad de madre. Cualquier laguna de este tipo debe ser aceptada como un límite necesario, sin lamentaciones ni vanos anhelos de lo imposible. Pero debemos cuidarnos de que los prejuicios u otras pasiones personales no excluyan cualquier tipo de autorrealización que nos corresponda. En nuestra iniciación las pruebas deben ser minuciosas y exhaustivas. El descuido en el desarrollo de un solo poder sólo puede dar lugar a la deformidad. Por muy leve que parezca, puede acarrear consecuencias fatales; los antiguos adeptos lo enseñaban con la parábola del talón de Aquiles. Es esencial que el Aspirante realice un estudio sistemático de todas las pasiones posibles, glacialmente alejado de todas por igual, y formando sus ejércitos bajo el estandarte de su Voluntad después de haber calibrado perfectamente la capacidad de cada unidad, y habiéndose asegurado de su lealtad, disciplina, valor y eficacia. Pero ¡ay de aquel que deja un hueco en su formación, o un brazo que no está preparado para cumplir todo su deber en la posición apropiada a sus peculiares potencialidades!