Más allá del Astral: El Sueño de Siloé
por yemeth


Blavatsky & Crowley - "La Voz
del Silencio"

¡Editado por primera vez en castellano!


A.·.A.·. Iniciación Thelema



Transparentando los velos para la comunicación
con el Sagrado Ángel Guardián


Precedentes históricos

En un pasaje del Evangelio de San Juán cargado de simbolismo, Jesús escupe en el suelo, forma lodo con la saliva y unta los ojos de un ciego. Le envía entonces a lavarse al estanque de Siloé (o Siloam), tras lo cual recupera la vista.

Este estanque había sido construído por Ezequías varios siglos antes, y se utilizaba como lugar de baño (la mikve) para llevar a cabo las purificaciones del judaísmo.

El uso moderno del término “Sueño de Siloé” puede ser trazado hasta H.P.Blavatsky, quien lo menciona en sus ”Estudios sobre Ocultismo”.

"La palabra shiach, es en hebreo la misma palabra que un verbo que significa bajar a la fosa. Como sustantivo, significa un lugar de espinas, una fosa. El participio hifil de esta palabra es Messiach, o el griego Messias, Cristo, y significa "el que hace bajar a la fosa" (o al infierno, en el dogmatismo). En la filosofía esotérica, este descenso a la fosa tiene el más misterioso significado.

El Espíritu "Christos" o más bien el "Logos" (léase Logoi), se dice que "baja a la fosa", cuando se se encarna en la carne, cuando nace como hombre. Después de haber robado a los Elohim (o dioses) su secreto, el "fuego de vida" pro-creador, se muestra cómo los Ángeles de la Luz son arrojados al pozo o abismo de la materia, llamado Infierno, o pozo sin fondo por los teólogos amables. Esto, en la Cosmogonía y la Antropología.

Durante los Misterios, sin embargo, es el Chrestos, neófito, (como hombre), etc., el que debía descender a las criptas de la Iniciación y de las pruebas; y finalmente, durante el "Sueño de Siloé" o condición de trance final, durante cuyas horas se divulgan al nuevo Iniciado los últimos y definitivos misterios. El Hades, el Scheol o el Patala, son todos uno. Lo mismo tiene lugar en Oriente ahora, como tuvo lugar hace 2.000 años en Occidente, durante los MISTERIOS”.

Blavatsky nos da más explicaciones en “La Doctrina Secreta”, relacionando este trance con el misterio de la crucifixión. Propio de Tiphereth, y más tarde veremos por qué esto es relevante. Se trataría de un profundo sueño que duraría tres días y tres noches, y en los que:

“se dice que su Ego Espiritual se confabula con los "dioses", desciende al Hades, al Amenti o al Patala, (según el país), y hacer obras de caridad a los seres invisibles, ya sean almas de hombres o Espíritus Elementales; su cuerpo permanece todo el tiempo en una cripta del templo o en una cueva subterránea. En Egipto se colocaba en el Sarcófago en la Cámara del Rey de la Pirámide de Keops, y llevado durante la noche del tercer día próximo a la entrada de una galería de una galería, donde a cierta hora los rayos del Sol naciente daban de lleno en el rostro del candidato embelesado, que se despertaba para ser iniciado por Osiris y Thoth, el Dios de la Sabiduría”.


Magia del Siglo XX

La idea del Sueño de Siloé se relaciona con el sendero que une en el Árbol de la Vida los sephiroth de Hod y Gevurah, al que se asigna la letra hebrea Mem (מ‎) y la carta del Tarot que conocemos como “El Ahorcado”.

Apunta James Eshelman, divulgador del sistema místico y mágico de la A.·.A.·., que la palabra griega Siloam suma 1081, la misma que la palabra hebrea Tiphereth, de donde confirma que allá donde nos sumergimos en este estanque de Siloé es efectivamente en la propia Sephira de la Belleza -y del Sol-.

Es decir, al morir temporalmente sumergiéndonos y entrando en el “Sueño de Siloé”, como apunta el Evangelio de San Juán sobre aquel ciego a quien Cristo envía allá para curarse, tras este trance en el que nos sumergimos en Tiphareth, recuperamos la vista -que nunca tuvimos en una vida normal-.

Abrimos los ojos a la realidad que se desvela cuando percibimos el Khu, el templo encarnado de nuestro Sagrado Ángel Guardián. Con ello accedemos a la mente intuitiva que es capaz de unirse a los entes y “ver” a un nivel más profundo al advertir qué Arquetipos están condicionando el modo en que se manifiestan cada uno de los muchos aspectos de la realidad.

Concluirá al respecto James Eshelman, que “el adepto debe sumergirse profunda y repetidamente” en este estanque místico.


En la magia moderna, se desvela de modo explícito el funcionamiento de esta operación, aunque cada maestrillo tenga su librillo. Algunos, como Crowley, impulsarán un cambio completo de paradigma en el que este Sueño de Siloé dejaría de ser contemplado como el sacrificio de un asceta que renunciara a todo para alzarse a lo divino en su completo celibato.

Dion Fortune explica en “La Cábala Mística” que “Tiphareth es no sólo el centro del Dios que fue Sacrificado, sino también el centro del Dios Embriagador, el Dador de la Iluminación. A este centro se le asigna tanto Dioniso como Osiris”.

De cara al encuentro con el Sagrado Ángel Guardián, Osiris representa la vieja fórmula del dios sacrificado; para Crowley estaría más bien caracterizado por Horus. Pero además de la de Osiris existe otra fórmula, que implica en esta ocasión a Dioniso.

Aunque Dion Fortune no mencione explícitamente Siloé, existe un obvio paralelo con el modo en que detalla en “La Cábala Mística” en qué consiste esta manera de abrirse al Ángel en la esfera de Tiphareth:

“37. Hay cierta concentración y cierta exaltación emocionales que ponen a nuestra disposición las fases superiores de la consciencia, sin las cuales es imposible alcanzarlas. Las imágenes del plano astral pasan por una intensidad emotiva que semeja fuego abrasador, y una vez que toda la escoria de la naturaleza se extinguió en la llama, el humo se despeja, y quedamos con el calor blanco de la consciencia pura.”

¿Cuáles son estas “exaltaciones emocionales” que, sin duda, son más propias de Dioniso que de Osiris? Una de sus posibilidades nos aproxima a la manera en que con menos pelos en la lengua se habla de este trance y sus consecuencias en algunos textos de magia del último siglo. Así, el “Sueño de Siloé” va a entrelazarse con la magia sexual.




El Sueño de Siloé en Thelema

Este trance adquiere un importante papel en los escritos iniciáticos de Aleister Crowley. En Liber Aleph:

“Ahora bien, debes saber también que al final de ese camino secreto hay un jardín en el que hay una casa de descanso preparada para ti.

Porque a aquel cuyas necesidades físicas de cualquier tipo no están verdaderamente satisfechas, le llega un Sueño Lunar o físico designado para refrescar y recrear por medio de la Limpieza y el Reposo; pero a aquel que es corporalmente puro, el Señor le otorga un Sueño Solar o Lúcido, en el que se mueven Imágenes de Luz pura formadas por la Verdadera Voluntad. Y esto es llamado por los cabalistas el Sueño de Siloé, y de esto también hace mención Porfirio, y Cicerón, con muchos otros Sabios de la Antigüedad.“


Para llegar hasta aquí, indica también en “Of the Invocation” en “Magia(k) en Teoría y Práctica”,

"La mente debe ser exaltada hasta que pierda la conciencia de sí misma [...] En el momento en que la excitación se vuelve ingobernable, cuando todo el ser consciente del Mago sufre un espasmo espiritual, en ese momento debe pronunciar la adjuración suprema".

Este espasmo espiritual, orgasmo en el que el hechicero se arroja a su Ángel (sí, aunque parezca mentira hasta un libertino como Crowley velaba ligeramente las referencias sexuales), no ha de ser buscado voluntariamente sino que ha de agotarle, acercándose una y otra vez a ese orgasmo para detenerse justo antes:

"Un método muy eficaz consiste en detenerse, mediante un supremo esfuerzo de la voluntad, una y otra vez, al borde mismo de ese espasmo, hasta que llega un momento en que la idea de ejercer esa voluntad no se produce. Este olvido debe ser completo; es fatal intentar "dejarse ir" conscientemente. La inhibición ya no es posible, ni siquiera pensable, y todo el ser del mago, sin que ningún átomo diga no, se arroja irresistiblemente. En una luz cegadora, en medio del estruendo de diez mil truenos, se consuma la Unión de Dios y el hombre".

También en el Liber LXV (capítulo 4),

“9. En el jardín de los besos inmortales, ¡oh tú brillante, brilla! Haz de Tu boca una amapola de opio, tal que un beso sea la llave del sueño infinito y lúcido, el sueño de Shi-loh-am.
10. En mi sueño contemplé el Universo como un cristal claro sin mácula alguna.”


En el comentario del propio Crowley, este va a indicar que se trata de “la Unión con lo Divino”, donde estos “besos inmortales” son el símbolo de la operación eterna del “amor bajo voluntad”, que ya sabemos por el Comentario de Crowley a su Libro de la Ley que es la serpiente Kundalini alzada por el mago y a través de la cual lograr esa “intensidad emotiva” a la que también se refería Dion Fortune. La amapola de opio es la que otorga el sueño y silencia todas las distracciones permitiendo el Conocimiento y Conversación. Es llamado “sueño lúcido” porque es visión pura.

Para el adepto, aquel que ya ha obtenido el Conocimiento y Conversación de su Sagrado Ángel Guardián, la técnica del Sueño de Siloé seguirá siendo útil para regresar a la comunión con su yo más interno.

El sendero de El Ahorcado es uno de los dos (junto al Ajuste) que unen al Adeptus Minor con Geburah, y que abren el paso al grado de Adeptus Major. Repitiendo su Conocimiento y Conversación irá aprendiendo a rendir su voluntad a la de su Ángel en la lucidez de aquel trance y a madurar su “cuerpo briático”, el Khu, templo encarnado del Ángel.

La clave está aquí en una exaltación que acabe por agotar a la mente, poniendo en tensión al mago una y otra vez hasta que ya no le sea posible soportarlo. Llevado hasta el paroxismo, se deja caer en este Sueño, en el trance en el que desaparece para que pueda aparecer su Ángel.


También proporciona Crowley en su Liber CDLI (“Lucidez Erotocomatosa”) una técnica para llegar a este estado. Aquí habla el autor de cómo el mago ha de ser agotado sexualmente, proponiendo también el uso de estimulantes en el proceso. El sueño que se produciría en su absoluto agotamiento, no debe ser respetado por la persona que estimula al mago, tal que:

“Esta alteración ha de continuar indefinidamente hasta que el Candidato se encuentre en un estado que no es ni de sueño ni de vigilia, y en el que su Espíritu, liberado por el perfecto agotamiento del cuerpo, y sin embargo impedido de entrar en la Ciudad del Sueño, comulga con el Altísimo y el Santísimo Señor Dios de su ser, hacedor del cielo y de la tierra”.

Se indica también que este proceso habrá de continuar hasta la muerte, la del orgasmo que permita finalmente sumergirse al mago en su encuentro con lo divino que se encuentra en su interior.

Dice el Libro de la Ley,

“II.73.- ¡Ah! ¡Ah! ¡Muerte! ¡Muerte! Anhelarás la muerte. La muerte está prohibida, oh hombre, para ti.
II.74.- La duración de tu anhelo será la fuerza de su gloria. Aquel que vive largamente y desea mucho la muerte es siempre el Rey entre los Reyes.”


La muerte en este contexto además de la petite mort del orgasmo es la aniquilación del yo en el Amado, y en la carta del Tarot de Thoth de “El Ahorcado” encontramos un simbolismo no solo de sacrificio sino de bautismo. El sacrificio es innecesario, puesto que se trata de una “redención” del elemento sumergido que es el propio adepto en la posición de ahorcado. La propia postura que representa la carta, “es una postura ritual de la Práctica llamada ‘El Sueño de Siloé’”.

Resulta llamativo que quien espera al adepto en el agua en la que se va a sumergir “colgado” en esta postura ritual, es en el Tarot de Thoth una serpiente. Esta es una obvia referencia a aquella serpiente que nos conduce al Conocimiento y Conversación cuando alza su cabeza hasta nuestro pecho, la Kundalini o Hadit.

Tampoco dejemos de lado la figura de Harpócrates en Thelema, el Sagrado Ángel Guardián sin manifestar, de la que se dice en el Antiguo Comentario al Liber AL (II,8) que:

“Él es simbolizado por Harpócrates, niño coronado sobre el loto cuya sombra se llama Silencio.

Sin embargo, Su Silencio es el Acto de Adoración; no la muda insensibilidad del cielo hacia el hombre, sino el ritual supremo, el Silencio del Orgasmo supremo, el aquietamiento de todas las Voces en el éxtasis perfecto.”



El orgasmo y el sigil

Todo esto proporciona una cierta solidez teórica a la técnica favorita de todo principiante en la Magia del Caos. ¿Por qué funciona tan bien aquello de masturbarse con un sigil?

Para Frater U.D. en “Secretos de la Magia Sexual de Occidente”, la “Lucidez Eroto-Comatosa” de la que habla Crowley es una fórmula que se puede entender con facilidad a través de sus tres componentes, que se perciben en orden en el inglés original (“Eroto-Comatose Lucidity”). Primero la excitación sexual, tras lo que se induce el estado de coma, tras el cual viene la lucidez.

El orgasmo es “el momento en el que la barrera entre el consciente y el inconsciente es desgarrada”, lo cual permite ese acceso posterior a un nivel más profundo de la psique.

Por eso, también relaciona todo esto con el uso de la masturbación para lanzar sígiles, tal que el orgasmo como apertura temporal de la barrera que nos separa del inconsciente, facilita introducir símbolos que luego se manifiesten de vuelta en lo real.




Consideraciones prácticas: transparentando los velos

La tradición mágica a menudo ha visto al ser humano como compuesto de varios “cuerpos”. La taxonomía de los cuerpos depende de la tradición que se consulte, y a menudo su cantidad resulta excesiva y parecería más propia del ocultista teórico que del trabajo práctico.

Para el propósito de este artículo, nos basta con considerar tres “cuerpos” que contempla la tradición thelémica:

.- El cuerpo físico.
.- El cuerpo astral (ka).
.- El cuerpo “briático” (khu).

Lograr silenciar el cuerpo físico nos permite percibir el astral. Este es un objetivo esencial de prácticas físicas como el asana (las posturas del hatha yoga) y el pranayama (ejercicios de respiración). Cuando acostumbramos al cuerpo a posturas y respiración forzadas, nos molestarán menos cuando estemos relajados. Así, será más sencillo olvidar nuestro cuerpo físico, y tendremos más facilidad para las sutiles percepciones del astral.

Percibir aquello que en el Libro de la Ley se denomina “Khu”, la Casa del Ángel, supone el enorme esfuerzo de conseguir “transparentar” el cuerpo astral, en un sentido análogo a como hacemos transparente el físico para percibir lo astral.

La percepción del Khu supone la apertura de la segunda gran Iniciación, esa cosa tan mitificada y rimbombante que llamamos el “Conocimiento y Conversación del Sagrado Ángel Guardián”.

Pero trascender el astral no es sencillo. En primer lugar, va a requerir de un profundo equilibrio en el mago. Esto es lo que simboliza la unión del pentagrama con el hexagrama, donde 5=6. El pentagrama es el mago equilibrado, y es precondición para lo que pretende lograr el hexagrama, compuesto por el triángulo ascendente de la aspiración y el triángulo descendente de la Gracia divina.

Para el equilibrio del pentagrama además de un profundo trabajo interno de años, hay una vieja fórmula que lleva funcionando muchos siglos, y es el desapego del mundo. Es por esto que el Buch Abramelín indica al mago que se retire durante 18 meses de lo mundano.

Con el objetivo de transparentar un cuerpo astral de naturaleza profundamente sexual y emocional, existe una técnica que consistiría en unir al desapego del mundo un absoluto ascetismo. Pero aquello a lo que nos referimos con este Sueño de Siloé, es el extremo opuesto; llevar al cuerpo astral a una intensificación tal que tras llegar al punto álgido todo se apague, dejando un lago en calma a través del cual podamos desvelar lo que hay un paso más allá de lo astral.


Así, el “Sueño de Siloé”, intensificación-trance visionario-apertura, se ha relacionado cada vez más con una técnica sexual-dionisíaca. Esto toca también la naturaleza profundamente sexual de lo astral.

No obstante, el sexual no es el único método para agotarse de tal modo que se abran las puertas, así como la imaginación es un gran aliado del mago. El método explicado anteriormente de Liber CDLI de Crowley incorpora el juego agotador entre el sueño y la vigilia. La combinación de varias técnicas puede lograr un efecto mayor. Así, cabe mencionar todo aquello que agote cuerpo y mente, en particular intensificando la imaginación. Una de estas técnicas es el uso de enteógenos para llegar al estado comatoso al que sigue la lucidez del Conocimiento y Conversación, mediante la agotadora intensificación del astral que la sustancia facilita.

¡Lo que es válido, lo determinan tus resultados!